Arquitecto:Joaquín Fernández Castro - Javier Mena Hornillos / Promotor:Alberto González-Costea / Constructor:Vilaria
En un céntrico local, situado en esquina, se ubica una Clínica Oftalmológica que constará de espacios funcionales a los que se caracterizará de manera diferente según su función (recibimiento, exploración, consulta o intervención médica) y adecuado para cada fin.
Estos matices ambientales que definirán los distintos recintos tendrán como hilo conductor dos elementos. El primero, una relación específica con la calle, con el exterior, dependiendo de la transparencia del cerramiento. Y el segundo, el juego del blanco y el negro en el interior.
La fachada es una piel, total o parcialmente translúcida, que mediante un vinilo impreso matiza el espacio interior, ambientándolo y regulándolo tanto por su cromatismo y transparencia como por su opacidad y grafismo.
El acceso se marca por un retranqueo de la marquesina y una casi total transparencia del vinilo en la puerta. Tras el acceso, un gran mostrador articula la zona de espera, más pública con respecto a las consultas y zonas más privadas.
La sala de espera se configura mediante una doble piel que modela un espacio interior líquido convirtiéndole en un espacio armónico y de contorno blando que permite de día intuir el paso de los peatones de la transitada calle al tiempo que mantiene la intimidad interior.
Seguidamente a la sala de espera se encuentra una primera zona de exploración, ya en un espacio más tangible y ortogonal que dará paso a una íºltima zona de consultas más privada.
El segundo elemento que actúa como hilo conductor comprende el suelo y los techos que funcionan como complemento ambiental a la fachada.
De la espera a la consulta se pasa del negro al blanco, favoreciendo la transición de un estado de relajación a un estado de mayor atención.
La iluminación natural y artificial es intencionada para cada zona, diferenciando la ambiental de la de trabajo, la diurna de la nocturna y de reclamo.
La luz natural se tamiza convenientemente al uso interior mediante diferentes filtros tales como vinilos de diferente traslucidez, estores microperforados y cortinas plásticas colgantes.
De la misma manera la luz artificial articula los diferentes espacios. En la sala de espera se solapa el uso de la luz fría y cálida general con la específica de los Leds RGB tomando cada una mayor o menor protagonismo.
Cuando cesa la actividad, la fachada funciona de reclamo comercial mediante el cambio cíclico de color que producen los Leds RGB, prolongándose en la calle la sensación envolvente del interior.
En las consultas se compatibilizan las lámparas de fluorescencia con las halógenas,ambas reguladas según la necesidad del Oftalmólogo