Mención
2007
REHABILITACION DEL CASTILLO DE SAN JUAN DE AGUILAS . Águilas
Arquitecto:Alberto Ibero Solana - José Manuel Chacón Bulnes / Promotor:Ayuntamiento de Águilas / Constructor:JJROS Restauración, S.L. / Arquitecto técnico:Juan David Saéz Chuecos / Colaborador:Juan de Dios Hernández García
Es conocida la deuda histórica que la administración debía al pueblo de Águilas y que éste demandaba; la recuperación urgente de la construcción militar indefectiblemente unida al origen propio del pueblo que se generó y creció a su cobijo.
No es otro Castillo más a rehabilitar, constituye la esencia misma de un pueblo que le debe su existencia.
Éramos conscientes que la mayor dificultad en nuestra tarea como restauradores a punto de intervenir, se encontraba en el recuerdo depositado en la memoria colectiva de un pueblo que había subido durante todos estos años miles de veces a contemplar entre orgulloso y escéptico, la ruina de una fortaleza venida a menos. Y heridos desde sus ya maltrechas piedras, juzgarían sin piedad a quién les usurpara la visión ideal de ese recuerdo.
La intervención debía ser respetuosa y arriesgada a la vez.La toma de decisiones condescendiente y ágil.El resultado, conservador y atrevido.
El edifico configurado por dos cuerpos extremos; el primero a levante ¿la batería-; el segundo a poniente ¿el fuerte-, quedan comunicados por un tercer elemento o camino que los vincula para formar un único edificio longitudinal, articulado e inexpugnable sobre los riscos de la cima del monte de San Juan de las Águilas.
Cada una de estas tres piezas constituye un capítulo independiente en la intervención y los criterios restauradores que se aplicaron se ajustaron a las exigencias que demandaban en cada caso.
La piedra, el acero, la madera, el vidrio, en sus diferentes manifestaciones, fueron la materia prima de la restauración.
Materiales originales ¿morteros de cal, muros de mampostería, etc.- conviven ya con otros materiales incorporados a la obra por nosotros. Los planos originales delatan el rigor de la intervención moderna.
La mejor recompensa a nuestro trabajo, la acogida emocionada y sincera de un pueblo agradecido que ve recuperado no solo su patrimonio arquitectónico - el objeto -, sino su razón de ser, su origen, sus raíces, su patrimonio cultural ¿el alma- que por intangible, a menudo imperdonablemente es despreciado en obras de restauración con implicaciones emocionales.