VIVIENDA UNIFAMILIAR EN FUENTE ALAMO . Fuente Álamo
Arquitecto:Carlos Jurado Fernández - Juan Antonio Sánchez Morales / Promotor:Julio Fernández Romero / Constructor:Construcciones Agustín / Arquitecto técnico:Maite Jiménez Cervantes
Una costra calcárea de poco espesor cubre el escaso terreno de
secano que queda en la gran llanura del Campo de Cartagena. Cuando visitamos el
lugar por primera vez una máquina con un gran pincho en la punta picoteaba
sistemáticamente el suelo destrozando esa capa, para que, posteriormente, una
pala fuera apartando los trozos producidos. El resultado eran montones de
piedras distribuidos uniformemente por el vacío paisaje de un nuevo regadío. El
coste de la operación compensaba con creces el aumento de productividad de la
tierra. La familia es muy numerosa, diez hijos, muy hospitalaria, siempre con
invitados, muy familia, son cuñados de uno de nosotros y con profundas
convicciones religiosas. La casa sería grande, por estrictas necesidades del
programa, barata y a ser posible arraigada en la tradición, para evitar más
conflictos de los obligatorios. Una mínima investigación de la arquitectura
tradicional pone de manifiesto un tipo omnipresente, en el que es muy fácil
identificar sus patrones básicos: orientación n-s, una sola crujía, muy larga
eso sí, una sola planta y los anexos necesarios con patios cerrados. El proyecto
resultaría de la superposición de diferentes capas, cuyo orden de aparición más
o menos es el siguiente: Un mismo pórtico de hormigón armado de un solo vano,
ajustando la dimensión de la crujía a la pieza de dormitorio de hijos que tanto
se repite. El desarrollo lineal del programa: almacén, hijos, estar hijos,
cocina, comedor, salón y padres a lo largo de la secuencia de pórticos. El corte
y desplazamiento de la pastilla resultante, para mantener un eje de circulación
longitudinal y generar los espacios exteriores. La utilización de esas piedras
amontonadas para la formación del cerramiento. El estudio individualizado del
formato de cada hueco a partir de los específicos requerimientos del espacio
servido. La unificación de la protección solar y la seguridad en un único
elemento de chapa perforada que rasga el tradicional recercado,
sobredimensionado para la ocasión. A pesar de haber constatado el desinterés de
la crítica por el precio de las cosas, nosotros insistiremos, recordando que
estos necesarios 250 m2 han costado, IVA incluido, 85.000 euros, catorce
millones de antes, gracias a la sorprendente gestión del "cuñao", de otra manera
no habría sido posible. Experiencia de autocontrol, limitando las herramientas
de proyecto a las constatadas como específicas por la arquitectura vernácula,
con el ánimo de expresar una inequívoca intención conservadora, estrechamente
vinculada a la mentalidad de sus numerosos destinatarios.