RESTAURACION ERMITA DE SAN ROQUE . Cobatillas (Murcia)
Arquitecto:Enrique de Andrés Rodríguez - Julio Martínez Torreblanca / Promotor:Ayuntamiento de Murcia / Constructor:J.J. Ros / Arquitecto técnico:Juan Carlos Molina
Intervención o restauración sobre lo existente. Dos planos de
actuación: Cuando no se plantea la sustitución o desaparición del objeto de la
intervención y, en segundo lugar, las actuaciones por sustitución o añadidura
cuando es imposible mantener parte o la totalidad de lo edificado.
Principios
básicos en los que se fundamenta la metodología de intervención.
La comprensión
y valoración equitativa de las tres dimensiones del monumento: la primera
documental, entendiendo el templo como documento histórico con capacidad
informativa y conmemorativa de culturas del pasado. La segunda arquitectónica,
comprendiendo el objeto arquitectónico como contenedor de valores formales,
espaciales y de uso, vinculado a las realidades culturales y sociales que lo
rodean en el presente. En tercer lugar la significativa, relacionada con los
valores simbólicos y emblemáticos.
Un segundo principio del método consistente
en la adecuación de los medios a los fines, definidos éstos en función de los
valores anteriores y de las circunstancias y entorno social en que se inserta.
Es el equilibrio entre medios y fines, directamente relacionado con el correcto
resultado de la actuación. El tercero trata sobre la aceptación del carácter
científico de los medios y del carácter social de los fines, entendiendo que la
utilización de esta metodología dota a la intervención de un rigor científico.
Por último la universalidad del método, pero no del criterio de actuación, que
ha de definirse en cada caso en función de los fines y los medios. En
definitiva, el mejor principio sobre la intervención es que no hay un principio
único de actuación. Lo que sí queda claro es la existencia de una unidad de
método, aunque no de criterio. En lo referente a la reconstrucción de las partes
inexistentes existe una cierta conciencia conceptual casi colectiva en los
medios profesionales, contraria sistemáticamente -desde un punto de vista
teórico- a la reconstrucción, pero es evidente que a la hora de intervenir se
reconstruye.
Ahora bien, ¿dónde está el límite de la reconstrucción?.
Indudablemente en el rigor científico. Si ha existido un proceso metodológico y
toca reconstruir, lo hacemos sin mayores traumas, asumiendo sin miedo que
restaurar es reconstruir y que la autenticidad de los edificios no depende de la
materia, sino del respeto con el que se ha realizado la intervención.
En cuanto
a las actuaciones por sustitución o añadidura no se puede hablar de una solución
genérica. En nuestro caso, al no existir parte del templo ni información sobre
el estado original, hemos tratado de no recurrir a mimetismos con lo edificado.
Directamente es una nueva arquitectura que ha respetado parámetros que se
refieren a altura, escala y color, intentando en todo momento actuar con el
rigor que proporciona el conjunto de reflexiones expuestas. "Restaurar es
reconstruir. La autenticidad de los edificios no depende de la materia, sino del
respeto con el que se ha realizado la intervención".