Arquitecto:Martín Lejarraga Azcarreta / Promotor:A.A.V.V y de la Juventud de Los Camachos / Constructor:Jomida S.L. / Arquitecto técnico:María Dolores Meroño
Un sueño. La Asociación de Vecinos y la Asociación Parroquial y
de la Juventud de Los Camachos intenta, desde hace varios años, hacer realidad
un sueño. Se trata de edificar una capilla donde poder celebrar los oficios
religiosos que, hasta el momento, por no contar con los locales adecuados,
comparten espacio con otros usos.
El proceso. Desde el año 1991, después de
producirse la cesión del terreno por parte de uno de los vecinos, los
representantes de la comunidad, encabezados por un grupo de incansables mujeres,
han mantenido contactos con diversas instituciones y colectivos con el fin de
encontrar apoyos a su iniciativa.
Lo necesario. Cumpliendo con las necesidades
del pueblo, el edificio, se concibe como un volumen único. Presenta en su cara
sur un pórtico cubierto, ámbito de acceso y posible escenario de celebraciones
al aire libre. La nave es el espacio principal, y a ella se abren al sur la
pequeña capilla penitencial y la escalera de acceso al coro, y la sacristía al
norte.
La idea. Se concibe la capilla como un espacio para la oración y el
recogimiento, un espacio donde se encuentran el silencio y la luz: el silencio
con su deseo de ser, y la luz, que suscita todas las presencias (Kahn). Se
propone una arquitectura esencial, ligada intensamente al paisaje, a la propia
parcela -donde se apoya su resolución formal- y que se concreta en un espacio
animado por la luz, que persigue una especial relación con el hombre que lo ha
de ocupar y que suscite emociones.
La luz. La luz como material fundamental, con
cuyas calidades, contrastes, se va conformando el espacio, en busca de una
atmósfera solemne y grata. El hueco sobre el altar introduce la luz del norte,
la ventana volada matiza la luz del mediodía haciéndola resbalar por la fachada,
y el lucernario sobre el coro filtra la luz del sol fuerte. Los pequeños huecos
de la fachada de levante introducen la escala más próxima y dirigen la luz
matizada por las imágenes en múltiples direcciones. Los puntos de luz a poniente
rescatan la última luz del día. En definitiva, la capilla se comporta como un
enorme reloj de sol hueco y habitado.
La construcción. Dada la precariedad de
medios económicos con los que se afronta el proyecto, éste los incorpora como un
dato más del mismo, desde la sencillez, sobriedad y la unidad de material,
textura y color.