CASA C. VIVIR FRENTE AL MAR . LA MANGA DEL MAR MENOR (SAN JAVIER)
Arquitecto:Martin Lejarraga Azcarreta
Casa C. Vivir frente al mar.
XXI Premios de Arquitectura de la Región de Murcia. Categoría rehabilitación
El proyecto rehabilita una vivienda existente de los años ¿70, en primera línea de playa del Mar Mediterráneo, transformándola para adaptarla a los requisitos de sus nuevos usuarios y de su entorno.
La edificación original carecía de interés arquitectónico alguno, pero sí energético. Todo el esfuerzo empleado en su construcción inicial se aprovecha, manteniendo la estructura y gran parte de la envolvente de la casa. De esta forma, se reduce el impacto medioambiental del proyecto y se recicla un ¿residuo¿ urbano. Con esta obra, Martin Lejarraga Oficina de Arquitectura sigue apostando por el reciclaje arquitectónico como una de las formas más efectivas para cuidar el planeta desde la arquitectura (Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-, 11-12; Agenda 2030).
Conceptualmente, la intervención se desarrolla en dos estratos diferenciados, funcional y materialmente. El inferior, en contacto con la arena y los bañistas, es tradicional, texturizado y rugoso; con acabados blancos de enfoscado a la tirolesa y celosía cerámica. El estrato superior, más cerrado y abstracto, se resuelve con una fachada ventilada de piezas cerámicas de gran formato, blancas y brillantes. Estas piezas reflejan el sol, y los diferentes tonos del mar y el cielo en cada momento, significando así su entorno.
Pese a su privilegiada situación, las fachadas originales tenían una configuración muy cerrada y claustrofóbica. Para conseguir la apertura de la vivienda hacia el mar, se modifica la posición de la escalera y se abren grandes huecos en la fachada Este (playa) y otros más contenidos en la Oeste (carretera). Al mismo tiempo, el pavimento se extiende desde el interior de la casa a la terraza, difuminando el límite dentro-fuera y creando una sensación de conexión y continuidad de la vivienda con la playa. Este pavimento color arena también envuelve los pilares y la escalera, contrastando con el color blanco global de toda la vivienda.
Tanto la pérgola en la terraza como las cubiertas de la vivienda se ajardinan con vegetación autóctona de las playas levantinas. Estas plantaciones mejoran el aislamiento térmico de la vivienda y producen diversos beneficios tanto para sus habitantes como para la naturaleza que la envuelve, como son: la reducción de la isla de calor, la retención de humedad, el aumento de la biodiversidad y la biohabitabilidad (ODS, 15).
Por último, la vivienda cuenta con un sistema de aerotermia para el consumo de ACS y la climatización, en régimen de calor y frío, de una forma limpia y sostenible (ODS, 7).
En definitiva, La Casa C es una obra con un marcado carácter Mediterráneo, tanto en su aspecto último y en los materiales elegidos, como en las estrategias constructivas y sostenibles utilizadas. Aprovecha su inmejorable situación en primera línea de playa para establecer un diálogo directo de sus habitantes con la playa, el mar y su ecosistema más próximo.